Por: Raúl Antonio Capote
(Con perdón de los camaleones)
Jamás, jamás les permitirán participar del convite, salvo servidos en bandeja de plata, con una manzana en la boca
Existe en nuestra ínsula una especie de seres mitad camaleón mitad serpiente, con algo de ADN humano, de la primera heredaron la capacidad de desplazarse a ras de suelo, el ataque artero y el veneno, del segundo la facultad de cambiar de color según las circunstancias.
En determinados momentos de nuestra historia nacional ha sido descrita su presencia por célebres hombres de ciencia, en 1878 fueron plaga, en 1898 epidemia.
Cómo algo de seres humanos les queda, su lenguaje susurrante es muy difícil de ubicar con precisión en el espectro del pensamiento cubano actual, su posicionamiento es indefinible, usan un lenguaje oblicuo, engañoso, muchas veces denso, el que los escucha o lee, puede a primera impresión colocarlos a su lado, entre los suyos, sin embargo una segunda lectura de sus textos o una más seria escucha de sus discursos nos puede hacer pensar que están lo mismo con Dios que con el Diablo.
Pero no se deje engañar, si profundiza aún más, si se detiene sin prejuicio a escucharlos, descubrirá para quien realmente trabajan. El genial poeta Inglés William Blake escribió que el cielo y el infierno se encuentran según el lugar desde donde usted mire, por lo tanto y dando por valedera esa definición, voy a tomar partido desde mi punto de vista, ellos están, solapadamente pero completamente, al lado del Diablo.
Cómo aquel en un día célebre chiste cubano, ellos ponen el indicador del auto para la izquierda y doblan para la derecha.
Otra característica de este híbrido es que su veneno actúa lentamente, por lo tanto su mordida primera no causa la muerte, este llega poco a poco hasta el alma de la víctima que de no contar con el antídoto adecuado, puede terminar convertido en camaleón cubensis, luego de haber gangrenado la ponzoña su alma.
El ADN camaleónico les enmascara con eficiencia lo que hace difícil su identificación, la capacidad de cambiar de color, la sonrisa elegante, la inocente expresión de los rostros, las facciones lasas confunde a mucha gente. Por eso se hace necesario poner a consideración del lector un grupo de elementos que pueden ayudar a identificarlos:
1- El ego gigante, hipertrofiado les hace pavonearse y alardear de su sapiencia.
2- La negatividad ante todo y todos es su marca de nacimiento, el camaleón todo lo ve mal, no está de acuerdo con nadie, no creen en nada, no confía en los demás, su falta de fe les delata enseguida.
3- No hace nada en serio, todo lo tira a broma, a relajo, a choteo, se la pasa al sol discurseando sin parar, son ligeros, bromistas y tienen en su stock una colección de frases “inteligentes” que usan sin reparo.
4- Niegan absolutamente el pasado, el mundo solo existe después de ellos.
5- Fingen estar todo el tiempo contigo, simulan estar de tu lado, son capaces hasta de mostrar humillación cuando se les señala su ambigua posición.
6- Cuando están entre revolucionarios son revolucionarios, cuando están con el enemigo bueno, son de ellos claro., eso les ha desarrollado una extraña protuberancia en el esternón debida a los continuos golpes de pecho que se dan.
El camaleón es el más peligroso enemigo, solapado, artero, se encuentra entre nosotros, fingiendo ser uno más, actúa a nuestras espaldas todo el tiempo, no se da descanso, el odio lo consume, engañado por los demonios a los que sirven, creen ser parte de la legión, pero les cuento un secreto, ellos pretenden ser predadores pero son simples presas, serán devorados los primeros porque en esa selva impera la ley del más fuerte y los viejos cazadores no piensan compartir el coto de caza con nadie, tienen garras y dientes más fuertes y desarrollados, desprecian a los siempre sonrientes y serviles camaleones, jamás, jamás les permitirán participar del convite, salvo servidos en bandeja de plata, con una manzana en la boca y una púa, bueno ya saben dónde.
Majúas que aspiran a convertirse en tiburones, gusanitos con ínfulas de boa constrictor, lagartijas que se creen dragones. ¡Es el poder distorsionador del ego en el espejo!.
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Amigo Raul, dentro de esa subespecie podemos considerar a todos aquellos que invitados por el fascista gobierno español llegaron a Eapaña creyendo que venian al paraiso, pero como el paso del tiempo los dejó en fuera de juego y cuando las cosas vinieron mal dadas los falsos protectores, que solo buscaban en ellos falsa propaganda contra la revolución cubana, los abandonaron a su suerte, dejaron de pagarle el estipendio por su traición e inculuso les mandaron a las fuerzas represivas para acallar sus protestas… decían compungidos… «Ojalá nunca hubiesemos abandonado nuestra tierra…»… Amigo, cuando descubrieron el verdadero rostro del capitalismo echaban de menos la tiranía comunista de nuestra querida revolución cubana… y con perdón de los camaleones… Un abrazo solidario
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