La mañana luminosa
Marcha Triunfal del Ejército Rebelde
!Primero de Enero!
Luminosamente surge la mañana.
¡Las sombras se han ido! Fulgura el lucero
de la redimida bandera cubana.
El aire se llena de alegres clamores.
Se cruzan las almas saludos y besos,
y en todas las tumbas de nobles caídos
revientan las flores y cantan los huesos.
Pasa un jubiloso ciclón de banderas
y de brazaletes de azabache y grana.
Mueve el entusiasmo balcones y aceras,
grita desde el marco de cada ventana.
A la luz del día se abren las prisiones
y se abren los brazos: se abre la alegría
como rosa roja en los corazones
de madres enfermas de melancolía:
Jóvenes barbudos, rebeldes diamantes
con trajes olivo bajan de las lomas,
y por su dulzura los héroes triunfantes
parecen armadas y bravas palomas.
Vienen vencedores del hambre, la bala y el frío
por el ojo alerta del campesinado
y el amparo abierto de cada bohío.
Vienen con un triunfo de fusil y arado.
Vienen con sonrisa de hermano y amigo.
Vienen con fragancia de vida rural.
Vienen con las armas que al ciego enemigo
quitó el ideal.
Vienen con el ansia del pueblo encendido.
Vienen con el aire y el amanecer
y, sencillamente, como el que ha cumplido
un simple deber.
No importa el insecto, no importa la espina,
la sed consolada con parra del monte,
el viento, la lluvia, la mano asesina
siempre amenazando en el horizonte.
¡Sólo importa Cuba! Sólo importa el sueño
de cambiar la suerte.
¡Oh, nuevo soldado que no arruga el ceño
ni viene asombrado de tutear la muerte!
Los niños lo miran pasar aguerrido
y piensan, crecidos por la admiración,
que ven a un rey mago, rejuvenecido,
y con cinco días de anticipación.
Pasa fulgurante Camilo Cienfuegos.
Alumbran su rostro cien fuegos de gloria.
Pasan capitanes, curtidos labriegos
que vienen de arar en la Historia.
Pasan las marianas sin otras coronas
que sus sacrificios: cubanas marciales,
gardenias que un día se hicieron leonas
al beso de doña Mariana Grajales.
Con los invasores, pasa el Che Guevara,
Alma de los Andes que trepó el Turquino,
San Martín quemante sobre Santa Clara,
Maceo del Plata, Gómez argentino.
Ya entre los mambises del bravío Oriente,
Sobre un mar de pueblo, resplandece un astro:
ya vemos… ya vemos la cálida frente,
el brazo pujante, la dulce sonrisa de Castro.
Lo siguen radiantes Almeida y Raúl,
Y aplauden el paso del Héroe ciudades quemadas,
Ciudades heridas, que serán curadas,
y tendrán un cielo sereno y azul.
¡Fidel, fidelísimo retoño martiano,
asombro de América, titán de la hazaña,
que desde las cumbres quemó las espinas del llano,
y ahora riega orquídeas, flores de montaña.
Y esto que las hieles se volvieran miel,
se llama…
¡Fidel!
Y esto que la ortiga se hiciera clavel,
se llama…
¡Fidel!
Y esto que mi Patria no sea un sombrío cuartel,
se llama…
¡Fidel!
y esto que la bestia fuera derrotada por el bien del hombre,
y esto, esto que la sombra se volviera luz,
esto tiene un nombre, sólo tiene un nombre…
¡Fidel Castro Ruz!
Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí.
1959
El Adversario 
Un libro diferente sobre Fidel..leer aqui, por favor…..
Un ave fénix llamado Fidel
Por: Juan Eduardo Bernal Echemendía
Fecha: 2012-01-01 Fuente: CUBARTE
Entonces, cuando varios libros en los últimos años han entregado una visión de la vida de Fidel Castro Ruz, aparece Un ave fénix llamado Fidel, de la autoría de Andrés Castillo Bernal, un espirituano que alimenta su vida entre varias localidades mejicanas y Sancti Spíritus, su ciudad de origen. La diferencia es que los propósitos entre los libros conocidos y este nuevo libro que comento, radica en un planteamiento conceptual sostenido en el crecimiento de una actitud, por encima del recorrido vital del protagonista.
Castillo Bernal es un historiador con decenas de libros publicados, ente los que se distinguen Cuando esta guerra se acabe, La batalla de Pino del Agua, Tronaron los fusiles sierra abajo y Che el imprescindible. Ahora con esta entrega publicada por la editorial Dos líneas en México, da continuidad a la saga que sostiene el curso de la historia revolucionaria de la segunda mitad del pasado siglo.
Un ave fénix llamado Fidel se encuentra construido desde un programa narrativo cuya dinámica compositiva consigue exitosamente el establecimiento narrador-narratario y una fluidez anecdótica que legitima el valor de lo literario, como estrategia de comunicación de los contenidos de la historia, que se encuentran determinados en el texto, por las manifestaciones de reciedumbre y humanismo del carácter de Fidel.
El libro se define desde la palabra como el resultado de un ejercicio de investigación de significativos logros en el procesamiento de los datos, muchos de ellos hasta hace pocos meses inéditos y revelados por el propio Fidel en su libro La victoria estratégica, sin embargo referidos hace tiempo en este libro que demoró por más de diez años su aparición editorial.
Desde la palabra es enunciado de un manejo conciso que se manifiesta en la eliminación excesiva de eventos, de manipulaciones retóricas disuasorias, porque no constituye la relación de un proceso histórico, ni la biografía de un héroe, sino la expresión consciente de la biografía de un pensamiento. Este es el propósito del libro y también su corolario.
Los factores constitutivos de las intenciones se fortalecen en el acopio y selección de las expresiones del carácter de Fidel y la síntesis de circunstancias que avalan las conclusiones del autor, sus consideraciones y asertos, las consumaciones que resumen largos años de estudio del carácter del líder cubano.
Estructurado en dos intensas partes, la primera de 1946 a 1956 y la segunda de 1956 a 1959, resume en el recorrido de casi tres lustros del pasado siglo, aquello que llamó Carlos Rafael Rodríguez El crecimiento de un líder y establece una interpretación del pensamiento de Fidel, en un adecuado intercambio con la información histórica y su análisis de contexto.
Un serio y copioso aparato documental de cartas, discursos, fotos y entrevistas, sostienen la efectividad de los argumentos que disponen para el lector, la posibilidad de compartir con el autor, el cumplimiento de sus objetivos.
Finalmente un glosario de nombres vinculados al tránsito en espiral del pensamiento de Fidel, contribuye a identificar el amplio campo de relaciones del líder de la Revolución Cubana, que resulta de apreciable apoyo no sólo para el lector extranjero, sino para el receptor cubano.
Esta propuesta literaria de Andrés Castillo Bernal es obra de merecimiento, porque refiere originalidad y tributa a una lectura nueva de un asunto de permanente actualidad y estudio, como el pensamiento político y humanista del Comandante en Jefe Fidel Castro.
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