Por: Raúl Antonio Capote
Cuenta la leyenda que por allá por el año 1893, llegó a la Capital del Cacao, un señor llamado Vicente Rodríguez, natural de la Coruña, España. Vicente era un rico comerciante radicado en Santiago de Cuba, en Baracoa fue tratado con gran respeto por su fortuna, buenas maneras y espíritu alegre.
Un buen día Vicente despareció, muchos creyeron que había regresado a Santiago de Cubam incluso se murmuro que a la Coruña. Pero en el año 1896 Vicente regresó, su aspecto era bien diferente, andaba desaliñado, con el cabello revuelto y sucio, caminaba descalzo, la ropa en harapos, era la viva imagen de la miseria.
Caminaba solitario por las noches y su aspecto estrafalario comenzó a causar miedo en los habitantes de la Villa. Comenzaron a tejerse fábulas tenebrosas sobre él que se robaba niños recién nacidos, que acechaba a las mujeres en el río, etc. Varias veces fue apedreado por la gente, fue humillado, golpeado, hasta en un día el ayuntamiento decidió expulsarlo para siempre de la ciudad.
El Pelú de Baracoa, como era popularmente conocido, el día de su partida lanzó un anatema maldiciendo el lugar «En Baracoa nada se cumplirá, se harán buenos planes, se generarán muchas buenas ideas, pero todas se desmoronarán»
La leyenda continúa intacta en la memoria Popular, la imagen de la Villa arrasada por Matthew parecía darle la razón al Pelú. Un vecino del lugar me dijo con cierta sorna, mientras observaba las ruinas de una antigua vivienda colonial, Matthew es el Pelú que no nos deja levantarnos, es la maldición del Pelú.
Pero solo unos días después de pasado el huracán, Baracoa se levanta, se recupera y embellece, ninguna maldición puede con el espíritu de este pueblo, con su orgullo y sentido de pertenencia, la maldición ha sido derrotada muchas veces desde el año 1959 para acá.
La Capital del Cacao, del dulce de coco, del río Miel, del Yunque, de le gente hospitalaria y buena -ese precisamente, su gente generosa y educada, solidaria y trabajadora es el antítodo contra el anatema centenario-, se levanta con la seguridad de que vestirá pronto sus mejores galas y será aún mucho más hermosa de lo que siempre fue.
La leyenda del Pelú es solo una leyenda, el heroísmo, la solidaridad, la generosidad es historia real, viva, y forma parte del alma de este pueblo.
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