MITO 10: «Batista fue un gran presidente»
REALIDAD: Aparte de pisotear el orden constitucional con un golpe de estado y de instaurar un régimen que torturó y asesinó a miles de cubanos, Fulgencio Batista fue el más cipayo y más corrupto de todos los presidentes y dictadores de la pseudorepública.
Se asocia generalmente al gánster Meyer Lansky con el derrumbe, en enero de 1959, del gran centro de juego, droga y prostitución creado y controlado en La Habana por la mafia estadounidense pero, en realidad, la ambición de Batista por el dinero fácil y su contubernio con los capos del crimen organizado y, en especial, con Meyer Lansky, se originaron veinte años antes, cuando Batista era todavía un coronel y surgía a la vida pública como el hombre fuerte elegido por la Embajada de Estados Unidos.
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